DATOS PRACTICOS:
LA CIUDAD EN SI:Ámsterdam representa lo que alguna vez, en la mente de muchos españoles, imaginamos como una ciudad europea: abierta, respetuosa con el medio ambiente, multicultural y mentalmente evolucionada. Es maravilloso perderse por sus calles flanqueadas por canales, sorprenderse por el barrio rojo, disfrutar de sus magníficos museos y, por qué no, hacer una visita a alguno de los cientos de coffee shops.
Cuándo ir
El clima es parecido al de España, aunque en invierno llueve bastante y hace más frío. Por tanto, es una buena época para visitar la ciudad en verano, primavera u otoño, aunque el clima no debería evitar un viaje en ninguna época del año.
Aeropuerto, compañías aéreas y transporte
El Aeropuerto de Schiphol se encuentra a 18 km de la ciudad. Existen autobuses, pero la mejor forma de conexión es el tren de cercanías, que conecta directamente con la estación Central. Sale cada cuarto de hora y tarda unos 20 minutos. El precio aproximado es de unos 3 €.
Alojamiento
La ciudad cuenta con una extensa red de albergues, B&B y hoteles. El problema es que, al ser tan visitada, la ocupación suele ser alta. Nosotros nos alojamos en un hotel de tres estrellas un poco retirado del centro. El precio era más barato y, al ser una ciudad pequeña, te plantabas en el centro en un abrir y cerrar de ojos.
Transporte
Ámsterdam tiene una amplia red de transporte público, pero el tranvía es uno de los más eficaces. También funcionan bien los autobuses y el metro, que cuenta con cuatro líneas. Se puede comprar el Strippenkaart, disponible en formatos de 15 (6 €) o 45 franjas (18 €). Atención: en cada desplazamiento se deben marcar tantas franjas como zonas se atraviesen, además de una extra denominada tarifa base. Es un sistema un poco enrevesado, por lo que es normal sentirse confundido al adquirir los billetes.
Comida y precios
La comida holandesa no tiene la misma riqueza que la española o la francesa, pero también tiene sus encantos. Muy recomendable probar los maravillosos arenques en cualquier puesto callejero, aunque también se pueden encontrar restaurantes de todo tipo de cocina mundial: argentina, india, italiana y, por supuesto, holandesa (estos últimos un poco caros).
Los precios, desde la entrada del euro, son bastante similares a los de España, quizá un poco más elevados, especialmente en lo que respecta al alcohol.
Sanidad y seguridad
Ámsterdam no es una ciudad peligrosa, pero, como en cualquier ciudad turística, es recomendable utilizar el sentido común. En cuanto a la sanidad, es necesario obtener la tarjeta sanitaria europea en España, la cual te cubre prácticamente igual que en España, por lo que no es necesario contratar un seguro médico adicional.
Sociedad y gente
Los holandeses son, en general, gente educada y bastante cívica. No son excesivamente extrovertidos, pero agradables en general. Un consejo: ¡ojo con pasear por el carril bici! No es raro que, después de un pitido fuerte, un ciclista te "desee" lo mejor de forma muy directa, aunque si no hablas holandés o inglés, no tendrás problema en no entenderlo.
DÍA 1
Llegamos desde Madrid al aeropuerto de Schiphol. Nos quedamos impresionados con el tamaño del aeropuerto, uno de los más importantes de Europa. Compramos los billetes para el tren de cercanías directamente en el aeropuerto, sin salir de la terminal. Después de un trayecto de unos 20 minutos, llegamos a nuestra parada. La primera sorpresa fue al salir: nos encontrábamos en un polígono industrial y, para colmo, había gallos sueltos por la calle. Pensamos que el hotel estaría más alejado del centro de lo que pensábamos, pero finalmente lo encontramos sin problemas. Al llegar, nos informaron sobre la ubicación del centro y cómo llegar, resultando ser más cercano de lo que imaginábamos.
Después de dejar las maletas y asearnos un poco, nos pusimos en marcha para conocer la ciudad. La primera odisea fue comprar los billetes del metro, ya que muchas estaciones solo tienen máquinas expendedoras. No sabemos cómo, pero conseguimos billetes para personas mayores de 65 años, así que nos salieron muy baratos, aunque temíamos que algún revisor nos pillara. Tras un corto trayecto, comenzamos a caminar por las calles de Ámsterdam. En pleno recorrido, una fuerte tromba de agua nos obligó a refugiarnos en un bar y tomar un café, pero afortunadamente fue algo rápido
Nos dirigimos a la oficina de turismo en la Estación Central, donde nos ocurrieron dos cosas: primero, tuvimos que tranquilizar a una chica andaluza que sufría una taquicardia (podéis imaginar el motivo), y segundo, conseguimos la Ámsterdam Pass, que incluye la visita a los principales museos de la ciudad. Además, adquirimos unos planos y algunas recomendaciones.
El resto de la tarde lo dedicamos a pasear por la zona cercana a la Estación Central, pero nos costó acostumbrarnos al caos de las bicicletas. Sin querer, nos metimos en los carriles bici y, como era de esperar, alguien nos “dedicó” algunas palabras fuertes.
Esa noche cenamos en un restaurante argentino cerca de la estación. Después de un largo día de viaje y caminatas, regresamos al hotel a descansar.
DÍA 2
Amanecimos muy temprano y desayunamos con energía. El propósito del día era visitar los dos principales museos de la ciudad (y de toda Holanda, en cuanto a importancia se refiere): el Rijksmuseum y el Museo Van Gogh. Para llegar al Rijksmuseum, tomamos los tranvías 2 y 5, además de la línea circular, lo que nos costó alrededor de 10 € por persona. Ambos museos están ubicados cerca uno del otro, por lo que no tiene pérdida
Después, nos dirigimos al Museo Van Gogh, que alberga la colección más completa del artista en el mundo. La entrada cuesta unos 7 €, y aunque se recorre relativamente rápido, es muy interesante y enriquecedor.
El resto de la tarde lo dedicamos a pasear por varios barrios de la ciudad y acercarnos a una oficina de alquiler de vehículos, donde reservamos uno para al día siguiente, ya que queríamos visitar Brujas.
DÍA 3: BRUJAS
Este día fue muy especial. Teníamos por delante un viaje de más de 200 km desde Ámsterdam hasta Brujas, en Bélgica, y luego la vuelta en el mismo día. Cogimos el coche y, con relativa facilidad, salimos de la ciudad rumbo a Bélgica. Estábamos emocionados porque esta era una de nuestras expectativas más esperadas. Tras un trayecto de unas tres horas, llegamos a las murallas de Brujas. Un consejo: no se recomienda entrar con coche en la ciudad amurallada, ya que hay muy poco aparcamiento. Es mejor dejarlo fuera y caminar un poco.


El mejor modo de recorrer Brujas es a pie. Es una ciudad pequeña, pero llena de encanto medieval y canales serpenteantes. Aunque solo pudimos estar un día, lo recomendable es pasar un fin de semana allí. Además, Brujas es famosa por su chocolate belga, así que te encontrarás con chocolaterías en cada esquina.
Al final de la tarde, visitamos la Plaza del Ayuntamiento, donde disfrutamos de una excelente cerveza belga (muy rica, pero bastante fuerte). Luego, regresamos al hotel en Ámsterdam. Sin embargo, nuestra aventura no terminó ahí, ya que nos encontramos con una carretera cortada por obras y nos perdimos. Casi acabamos en Róterdam y, después de mucho dar vueltas, terminamos cruzando un río en un barco, algo sorprendidos, a altas horas de la noche. Fue un día lleno de sorpresas

De regreso al hotel (Ámsterdam) todavía nos quedaba alguna aventurilla, resulta que nos encontramos con la carretera cortada por obras y nos perdimos, casi acabamos en Rótterdam y sin saber muy bien cómo llegamos a un río, donde de la nada surgió un barco donde tenías que entrar con el coche y así lo cruzabas.. Todo esto a las 00 de la noche.
Finalmente llegamos salvos y sanos a nuestro hotel para descansar.
DÍA 4
Este fue nuestro último día en Ámsterdam. Decidimos separarnos: las mujeres siguieron explorando la ciudad, mientras que nosotros, como buenos madridistas, no pudimos resistir la tentación de visitar el estadio del Ajax, ubicado ligeramente fuera de la ciudad (la estación de metro más cercana es Strandvliet/ArenA). Hay visitas guiadas y un museo, con un coste de unos 10 €. Aunque el estadio está muy bien, no es nada que no se pueda encontrar en los estadios de España.
Después de la visita al estadio, regresamos al centro para reunirnos con el resto del grupo. Este día fue muy productivo, ya que visitamos la Casa-Museo de Ana Frank y luego hicimos un crucero por los canales de Ámsterdam. El paseo en barco fue muy agradable y nos permitió ver una panorámica de la ciudad. Incluso pasamos junto al Museo Nemo y vimos el barco que participó en la Copa América.
Aunque en varias ocasiones habíamos estado cerca, no habíamos visitado el famoso Barrio Rojo. Decidimos adentrarnos en sus callejuelas llenas de historia. Además de lo obvio, nos sorprendieron los hermosos edificios, buenos restaurantes y tiendas de artículos de segunda mano. Es cierto que este barrio es famoso por la prostitución y la delincuencia, pero al ser un lugar tan turístico, no es peligroso, aunque siempre es recomendable estar alerta. Un consejo: no está permitido fotografiar a las prostitutas, ya que podrías meterte en problemas con los "chulos" que rondan por la zona.
No podíamos irnos de Ámsterdam sin visitar uno de los famosos coffee shops. Elegimos The Doors (Spuistraat 46), un lugar muy conocido que, además, es el museo no oficial de Jim Morrison. Aunque la música estaba tan alta que no podíamos ni hablar, probamos un "cacharrín" por curiosidad. A algunos les sentó mejor que a otros; algunos incluso sufrieron taquicardias y no paraban de caminar y comer fruta en cada puesto que encontraban. En fin, una experiencia más, aunque no entendemos a las personas que viajan a Ámsterdam solo para visitar estos lugares, con todo lo que la ciudad tiene para ofrecer.
No podíamos irnos de Ámsterdam sin visitar uno de los famosos coffee shops. Elegimos The Doors (Spuistraat 46), un lugar muy conocido que, además, es el museo no oficial de Jim Morrison. Aunque la música estaba tan alta que no podíamos ni hablar, probamos un "cacharrín" por curiosidad. A algunos les sentó mejor que a otros; algunos incluso sufrieron taquicardias y no paraban de caminar y comer fruta en cada puesto que encontraban. En fin, una experiencia más, aunque no entendemos a las personas que viajan a Ámsterdam solo para visitar estos lugares, con todo lo que la ciudad tiene para ofrecer.
Regresamos al hotel y, al llegar, nos llevamos una última sorpresa. Teníamos un vuelo reservado para las 6 de la mañana con Air Berlin hacia Berlín. Sin embargo, al confirmar el vuelo, nos dijeron que el número de nuestra tarjeta había sido rechazado en el momento de la reserva. Estábamos a punto de quedarnos sin vuelo, pero gracias a la tecnología, encontramos un vuelo económico de una compañía que nunca habíamos oído hablar. Lo gracioso fue que no podíamos imprimir el billete, así que anotamos el número en un trozo de papel. Al día siguiente, nos presentamos en el mostrador de la aerolínea con nuestro trozo de papel, temerosos de que no funcionara. Por suerte, todo salió bien y finalmente llegamos a Berlín sin problemas. Pero esa es otra historia...

6 comentarios:
Joe me encantaria haber ido e estado en amsterdam perono e podido ir bonita pagina de internet
voy a amsterdam este fin de semana!!! que restaurantes nos aconsejas???? precisoo blog!!!
Bea
Hola Bea, ¿restaurantes? pues es que depende mucho de tu prespuesto. Si puedes busca cualquier de comida típica holandesa (pero son caros), si estas pelada, no dejes de comer algo de comida típica en los puestos calleros...en lugar de perritos tienes arenques etc...y si no te vale ni lo uno ni lo otro pues tienes mil sitios de comida rápida para todos los bolsillos, e incluso restaurantes de diferentes países tipo indio o argentinos..ect
La cocina holandesa es muy original pero es cara.
un abrazo
Muy buena crónica. Nuestro próximo viaje lo tenemos pensado de manera similar a lo que comentáis, por lo que me he parecido interesante que alquilaseis el coche allí mismo. Podríais decirme dónde? Y cómo fue el tema de fianza. Muchas gracias por todo.
Miguel.
Miguel, muchas gracias por pasarte por el blog, en respuesta a tu pregunta comentarte que el alquiler lo realizamos con ATESA, ¿la fianza? pues nada como te piden un número de tarjeta de crédito te hacen una retención de una cantidad que cuando devuelves el coche se libera. Es imprescindible tarjeta de crédito para cualquier casa de alquiler de coches. También puedes ir en tren hasta Bruselas y desde allí otro tren a Brujas.
un saludo
Me encanta leer vuestras aventuras así que yo he decidido hacer el mismo viaje, y quería saber si hay peaje entre Amsterdam y Bruselas
Muchas gracias
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