CONTADOR DE VISITAS

NORTE DE PORTUGAL, Bragança, Chaves, Mirandela

Imprimir artículo


 ¿CUÁNDO IR?

Cualquier fecha es buena para visitar el Norte. Nosotros fuimos en Semana Santa y había unas temperaturas altisimas en toda la peninsula iberica.

ALOJAMIENTO:

Decidimos alojarnos en una casa rural ubicada a 1 km de  Macedo de Cavaleiros,  una casa bastante apañada, independiente, y que admitia animales. En una aldeita llamada Nogueirinha. Muy bien calidad precio.

TRANSPORTE:

Para realizar este viaje es imprescindible el coche.

PRECIOS:

Cómo ya sabéis y hemos comentados en otros post de Portugal este país es más económico que el nuestro, por lo que todo es mucho más asequible aunque cada vez se acerca más a España, menús desde 10€ hasta el precio que queráis, el café 1€, eso sí, la gasolina como ya sabéis es más cara que en España, por lo que si venís en coche hacedlo con el depósito lleno.

SANIDAD Y SEGURIDAD:

En cuanto a la sanidad, es necesario sacarse en España la tarjeta sanitaria europea, te la sacas en el mismo momento y te cubre igual que en España por lo que no se hace necesario un seguro medico. En cuanto a la seguridad, todo perfecto como en cualquier zona de pueblos de España. 

SOCIEDAD Y GENTE:

Cómo ya hemos mencionado en otros post, en cualquier zona de Portugal que hemos visitado la gente siempre ha sido un encanto, amable, simpáticos, te ayudan en lo que pueden y el idioma ningún problema porque se les entiende y muchas veces hasta hablan en español. En definitiva genial.

WEB DE REFERENCIA

https://naturaliste.es/

https://www.visitportugal.com/es

http://viajaramundi.blogspot.com/search/label/Portugal

Nuestro Viaje:

Día 1: Madrid-Macedo de Cavaleiros-Playa de Azibo

Día 2: Bragança 

Día 3: Mirandela y Playa de Azibo

Día 4: Chaves y Playa de Azibo

Día 5: Madrid.


Día 1: Madrid-Macedo de Cavaleiros-Playa de Azibo.

Pues después de la pandemia y de mil historias y de que el apocalipsis casi nos pillara, por fin, realizamos nuestro primer viaje a otro país después de largo tiempo. Y de nuevo a nuestro apreciado Portugal. Quinta vez que visitamos a nuestros vecinos y primera de Benyi y Neo.
El viaje desde Madrid muy cómodo, apenas 4 horas, en una ruta que escapaba a las hordas de turistas que en esa fecha -Semana Santa- se movilizaban por todo el país. Sorprende como el acceso desde Zamora es por carretera secundaria y sin embargo, al cruzar la frontera te encuentras con una autopista de primerisimo nivel y encima apenas sin tráfico. Portugal para nosotros siempre es un respiro, sigue siendo genuino, único, asequible y poco masificado. No obstante cada vez que volvemos es más caro y hay más españoles.

Sobre las 3 de la tarde hora local llegamos a nuestra casa donde nadie nos recibió. ! Como cambia todo! ahora existen unos cajetines donde metes una clave y te sale la llave, ya lo vimos en otro viaje reciente Asturias. Tras descansar un poco, fuimos a visitar Macedo de Cavaleiros, el pueblo de referencia. Bueno es una localidad sin mayor atractivo, no es un pueblo muy bonito, pero tiene todos los servicios esenciales, supermercados, cajeros, bares, restaurantes, médico, algún museo. Es un buen lugar para tener como base de operaciones. Por cierto, desde hace unos años notareis (quien nos lee) que ya no entramos en detalles en cuanto a realizar enumeraciones tipo guía de turismo sobres las iglesias, monumentos etc. La situación de las nuevas tecnologías lleva a un absurdo tremendo de sobreinformación, por ello hace tiempo que solo contamos el viaje significando alguna cuestión que entenemos puede ser útil o relevante. Por lo demás, dejamos alguna web de referencia.

Una vez pateado Macedo de Cavaleiros hicimos compra (en un LIDL). No trajimos comida para aprovechar y comer producto local. Los quesos, vinos y la cerveza son ricos, buenos y baratos, lo recomendamos.

Para terminar la tarde fuimos a conocer el gran atractivo de la zona, la Playa de Azibo. que no es otra cosa que un pantano acondicionado y que da un respiro a la zona en épocas de calor, es un lugar agradable donde se puede uno bañar, pescar, relajarse o tomarse algo en el chiringuito.


Día 2: Bragança 

El segundo día tomamos rumbo Bragança, una población grande que queda además cerca de la frontera con España. La verdad, es la típica ciudad portuguesa de contrastes que en muchas ocasiones algunas personas señalan como feas. A nosotros nos gusta, una ciudad llena de vida, de un entorno natural interesante. La ciudad vieja o antigua amurallada te trasporta a un pueblo medieval, es como un pueblo dentro de una ciudad, el castillo y dar un paseo de murallas hacia dentro es muy atractivo. Nos gustó. También está llenos de pastelerías y restaurantes. Nosotros comimos en un pequeño café que no ofrecía comidas pero si preparaba un par de cosillas. Nos trataron fenomenal, comimos un plato que era una especie de lasaña con tomate, queso y un filete en medio y un perrito en pan de bocadillo, todo muy sencillo, humilde y muy barato. 



Por la tarde visitamos par de museos muy interesantes (el del arte y el de la seda) baratísimos, muy buenos para niños. La gente allí se vuelca con el visitante, es alucinante. Pasamos un buen rato la verdad.

Antes de volver visitamos otra localidad que nos habían recomendado, Gimonde. Un pueblo pequeño, conocido por su pan, y también una opción interesantes para descansar en tranquilidad. Nos gustó, le atraviesa un río y tiene un puente increíble.







Día 3: Mirandela y Playa de Azibo

En este tercer día, buscábamos un destino a pocos km. Mirandela se configuró como una buena idea, no teníamos referencias, ni recomendaciones pero resultó ser todo un descubrimiento al que volveremos si podemos. Pero antes de adentrarnos en la ciudad fuimos a un circuito de kars a las afueras del pueblo. Divertidísimo y super recomendable, muy amables y muy barato.


Con la adrenalina por las nubes y con un calor propio del mes de junio, nos dispusimos a visitar este pueblo grande. Señalar en primer lugar que lo atraviesa un gran rio cuyos lados han sido acondicionados como zona de esparcimiento y playa artificial. Es una pasada, te puedes bañar, sentar en el césped, hacer ejercicio o tomarte un helado en una terraza. Por lo demás la ciudad está bastante bien, arquitectura portuguesa típica, tiene una iglesia bastante curiosa. Comimos en un bar junto a un parque central en mitad del casco. Nos atendieron muy bien. Los platos muy grandes. El camarero nos explicó  que últimamente no paraban de llegar españoles, es curioso, el lugar no es muy conocido y está en medio de una zona poco transitada por turistas. Nosotros le explicamos que los españoles desde hace años por fin descubrieron las bondades de Portugal y que esto era imparable.





Después de comer paseamos un poco más e hicimos algunas compras; vinos, queso de la zona y Alheira que es un embutido típico y característico de allí, una especie de chorizo, nuestro.

Era tal el calor que finalmente acabamos entrando en un chino y comprando un balón de fútbol con los colores del país para volver a  Playa de Azibo donde pudimos jugar todos un poco y quitarnos el calor.

Día 4: Chaves y Playa de Azibo

El último día, estaba reservado para Chaves, nos pillaba a una hora de distancia pero de camino teníamos que pasar por el circuito de kars de Mirandela así que hicimos un alto en el camino para echar otra carrera, ja ja , los dueños eran encantadores, muy habladores, sobre todo la mujer que no paraba de hablar a pesar que no la entendíamos a penas, ja ja . 

Chaves es una ciudad que literalmente está pegada con la frontera Española, la gente que veranea en Ourense, Sanabria y demás, lo conocerá bien. Nosotros no teníamos noticias la verdad, pero fue una sorpresa tremenda. !que lugar más maravilloso! es una ciudad ideal para vivir. Provista en su cima de lo que debió ser una enorme fortaleza amurallada, tienes un casco histórico muy interesante y una iglesia preciosa por dentro, muy recomendable. Pero lo mejor estaba por venir, en la parte de abajo de la ciudad un gran rio serpentea con zonas acondicionadas que da gusto. Lleno de restaurantes y tiendas, por allí comimos, en una terraza. Después dimos un paseo y tomamos un helado sentados en el césped. El lugar nos encantó y lo planteamos como una futura base de operaciones para abordar la zona noroeste que nos queda pendiente. Como anécdota, descubrimos una tienda muy grande de la que no paraban de entrar y salir españoles, tal esa así que entramos. Qué escondía aquel lugar, pues toallas, manteles y sábanas, así es, como en tiempos pasados seguimos acudiendo a tierras portuguesas con el propósito de preparar un buen ajuar, en fin, que compramos un juego de toallas y un albornoz. También compramos unos panes (madre por 0.15 céntimos y unos bollos super baratos) y regresamos. Bueno regresamos nuevamente a terminar la tarde a la playa de Azibo, otra vez sí, pero es que hacía mucho calor.





Día 5: Madrid.

Y así llegamos al último día de lo que esperamos sea el principio de retomar los viajes, de momento seguimos sin querer volar pero todo se andará. Las cosas cambian, ya no podemos abarcar tantos lugares como antes, el ritmo del viaje es diferente, más lento, así que nos adaptamos, como hemos dicho en varias ocasiones, lo importante por encima de todo, es el viaje. Nosotros tampoco tenemos el aguante de antaño así que hacemos lo que podemos que no es poco.

Respecto a Portugal, como última reflexión, nuevamente nos quedamos con la gente, los precios razonables y su lugares. Algo ha pasado en los últimos años en España y en el mundo rico, y es que a pesar de que la gente dice que no tiene dinero, cada vez viaja más y más gente, en todos los lados hay gente, hace años podías ir a infinidad de sitios y no había nadie, pero eso acabó, ya no hay terreno por descubrir, internet, la capacidad económica, la perdida del miedo a lo desconocido, no lo tenemos claro, pero está todo petado, lo que nos gusta, pero es lo que hay...…..esperemos que el futuro nos permita seguir conociendo mundo y viviendo esta experiencia tan plena y vital que conocemos como viajar.

Comparte esta entrada

votar

No hay comentarios: