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SUEÑOS EN LA OSCURIDAD


Acabo de llegar, me cuentan que partiendo de esta casa hay una camino que te adentra en otros lugares, con vistas magníficas y nuevas sensaciones, que lo que hay allí nunca antes lo habré visto. La verdad es, que lo que veo no me gusta nada, me parece todo muy oscuro, austero y sobre todo frío muy frío, pero me puede la curiosidad de indagar, de ver qué hay al final y decido adentrarme. Dirijo mis pasos hacia lo alto, y de la nada aparece una espesa niebla que apenas me permite ver, nubla mi vista y enturbia todo lo que hay a mi alrededor. Me guío por las farolas de la calle que son las únicas que hacen que aquello no parezca tan escalofriante. Aunque tengo miedo y no me siento cómodo, hay algo dentro de esa inmensa oscuridad que me atrae, me gusta, no sé qué es, puede que el olor, sí, hay un olor intenso pero suave que me aturde, no sé, puede que sea eso u otra cosa lo que hace que siga y siga subiendo. Quiero parar, percibo que lo que voy a encontrar al final no va a ser bueno, pero no puedo, no puedo detenerme, cada vez me gusta más esa oscuridad, esa niebla, aunque el frío me mate y esté aterrado.


Por más que ando no veo nada, está demasiado oscuro para diferenciar algo, me guío por las paredes que están heladas, con cuidado para no resbalar, el suelo está mojado debido a la humedad de la niebla. Estoy asustado, cada vez veo menos, no distingo prácticamente nada, pero me puede la curiosidad de intentar entender porqué si estoy aterrado me siento tan a gusto dentro de esa oscuridad, ¿quizás el que se está nublando soy yo?, creo que sí, no soy capaz de darme cuenta de que ese camino no me lleva a nada bueno, pero estoy atrapado sin haberme dado cuenta.

 Creo que estoy llegando al final, ya no veo nada, ni siquiera las paredes, deambulo en una masa inmensa de color negro y ya no sé hacia dónde dirigirme, veo algo, otra farola me indica el camino, creo que esas luces no son reales, puedo que las esté imaginando, sí, es eso, porque desde que empecé a subir no me han mostrado nada que merezca la pena, estoy tropezando continuamente y voy a caer, pero tengo que seguir, tengo que ver lo que hay ahí, al final. He llegado, no hay nada, nada de lo que creí que habría, nada más, sólo una minúscula luz dentro de esa tenebrosidad que me hace mirar hacia abajo, hacía el principio desde donde partí, me está indicando que deshaga el camino, que allí no hay nada bueno, que permanecer ahí terminará por atraparme en ese fango negro sin vida que no aporta nada únicamente tinieblas, pero estoy atrapado, ahora no sé cómo bajar, ya lo único que veo es esa minúscula luz y el resto han desaparecido, ¿se han apagado?, ¿las han apagado?, ¿no estuvieron nunca allí?, ¡no veo, no veo nada!!!, ya no me gusta la sensación de estar aquí, quiero bajar ¿pero cómo si no veo?. 


Dejo pasar los segundos, los minutos, voy a intentar calmarme y serenarme para encontrar alguna manera de encontrar el camino de vuelta, si soy capaz de pensar fríamente creo que lo conseguiré, sólo tengo que ser frío, desbloquearme y podré salir, lo conseguiré, llegaré al principio, o puede que la niebla desaparezca y me deje avistar algo, y sino amanecerá y todo acabará……. Ya no sé cuánto tiempo llevo aquí sentado, he perdido la noción del tiempo y el propio tiempo, por más que he esperado ésta niebla cada vez más densa no desaparece y no sé porqué pero tampoco amanece…aunque….ha llegado el momento de ser valiente y bajar, es una perdida de tiempo estar aquí, dá igual si no veo nada, al final del camino estará la misma casa de la que partí y desde ahí sabré volver, así que comienzo a dar pasos a ciegas, pero hacia abajo, tropiezo y caigo, pero me levanto, no voy a consentir que esa oscuridad me encierre y no me deje salir, y sigo, sigo, sigo….agotado, ¿por qué no hay luz, por qué no veo nada ni a nadie, dónde está todo el mundo, dónde estoy yo? Ni idea de cuanto tiempo he tardado en deshacer el camino, ni idea de la cantidad de heridas que me he hecho en el descenso, ha sido doloroso y creí que no llegaría, creí que nunca saldría de las tinieblas, pero sin darme cuenta ante mis ojos aparece de la nada la casa del inicio de ese camino que comencé ya no recuerdo cuándo, y la luz, y la gente, y la vida, todo vuelve a estar aquí de repente, ¡dios, he llegado al principio, he salido de ese infierno, de esa oscuridad!.


Giro para echar un último vistazo a esa calle oscura en la que me había adentrado, quiero ver su luz ahora que la niebla ya no está pero ha desaparecido, no hay ninguna calle ahí, justo en su lugar hay una plaza llena de niños jugando, padres en los bancos charlando, grupos de jóvenes alocados pasando el día, nada…,nada de lo que yo había visto está, ¿ha sido todo un sueño, una mala pesadilla, o simplemente decidí imaginarlo?, yo lo sentí, sentí el frío y el miedo dentro de mi cuerpo, fue real que estuve allí, estoy seguro, pero ante mis ojos no hay nada de aquello, absolutamente nada. Aunque ahora mismo no importa, soy feliz por haber logrado escapar de ese lugar, estoy exhausto, tengo que descansar, decido sentarme en uno de los bancos de la plaza y contemplar todo la vida y alegría que hay en ella, pero no puedo mantener los ojos abiertos, no sé cuánto tiempo llevo sin descansar y sin darme cuenta me quedo dormido. No se cuánto tiempo después me he despertado, enfrente de mí blanco, todo blanco….¿qué ha pasado con la plaza?, ¿dónde estoy?, giro la cabeza y allí está Hamlet, mi pequeña mascota mirándome asombrado……jajaja, estoy sudando, seré imbécil, todo ha sido un sueño, una mala pesadilla, sí, ha sido eso, ¿y ese olor?, me resulta conocido, no sé de qué, estoy atontado, pero…no, ese olor es el de aquella calle, el olor de la oscuridad….

RESUMEN  DE NUESTRO VIAJE A CUBA EN DIBUJOS









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