Santa Clara y Varadero

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Día 22, 8 de Julio

Hoy vamos hacia Varadero, pero antes una parada imprescindible en Santa Clara donde se encuentra el Memorial al comandante Che Guevara y el monumento a el tren blindado.

Lo primero que encontramos es el monumento a el tren blindado, como ya sabréis aquí se produjo el asalto y descarrilamiento del tren blindado integrado por miembros del cuerpo de Ingeniería del ejercito de Fulgencio Batista por parte de las tropas rebeldes dirigidas por el Che el 29 de diciembre de 1958 el día en que se definió la Revolución Cubana.

El lugar está justo en medio del pueblo por lo que no tendréis perdida a la hora de encontrarlo. Es impactante ver el monumento y pensar todo lo que allí ocurrió y todo lo que vino después.

De aquí nos dirigimos al Memorial del Che lugar en donde yacen sus restos mortales y los de sus compañeros del destacamento de refuerzo. El lugar está anclado en una gran explanada. En la parte delantera os encontraréis alzada en un gran pedestal de piedra y mármol la estatua del Ernesto Che Guevara, a su derecha una gran piedra con una inscripción con una frase del Che y a su izquierda un gran mural en el que están talladas en relieve distintas etapas de la lucha de Sierra Maestra.

Justo en la parte posterior se encuentra el museo donde podréis ver tanto el nicho del che y sus compañeros como todo tipo de pertenencias de éste, desde libros, instrumental médico, armas...de todo, eso sí, no os lo podemos mostrar porque no están permitidas las cámaras. 

A las 2 de la tarde llegamos a Varadero, uno de los lugares más conocidos de Cuba como todos sabéis por su inmensa oferta hotelera. Este lugar está incluido en prácticamente todos los paquetes de viajes a Cuba.

En teoría, tenemos una casa reservada aquí, pero no logramos contactar con la propietaria, por lo que decidimos buscarnos un hotel, aquí sólo vamos a pasar una noche así que tampoco va a distar mucho el precio. Tenemos que contaros que en Varadero cuanto más os adentréis en el cayo más caros son los hoteles, como nosotros vamos de cutre nos alojamos en el primero que encontramos, está en frente de la playa y nos cuesta 20Cuc por persona con desayuno incluido, y está por supuesto en frente de la playa. El hotel es pelín cutre por no decir muy cutre, pero es sólo una noche, eso sí, tiene unas vistas esplendidas al mar.

Lo primero que hacemos según llegamos es ponernos el bañador y bajarnos a la playa, esta zona en la que estamos tiene un público en su mayoría cubano, pero hay que decir que aquí no vemos jineteros, cosa que es de agradecer. El agua está muy agradable ya que está hasta algo fresca, e incluso hay alguna que otra ola, así que ¿qué mejor final de día de playa en este viaje que esto? Además, aquí las playas son preciosas.

Después de habernos refrescado en el mar nos subimos al hotel , una ducha y para la calle a recorrer esto.

Dado que es un cayo en ambos lados tenemos mar como ya podréis imaginar, esto realmente en una gran avenida que va de punta a punta del cayo con casas y hoteles en los laterales. Aunque mucho menos que en el resto de Cuba aquí también encontramos imágenes de la revolución, sobre todo la cara del Che.

Este lugar es muy tranquilo, y tiene una gran oferta de restaurantes, eso sí, algo más caros de lo que hemos visto en nuestro periplo por la isla. Aquí uno viene a relajarse ya que no hay ni monumentos ni lugares históricos ni nada por el estilo, así que después de darnos una larga caminata por la avenida principal decidimos que va siendo hora de cenar.

Cosas de la vida nos encontramos con un restaurante chino, lo cual nos llama mucho la atención y nos hace decidir entrar a ver como es la comida de un restaurante chino en Cuba, y bueno, os contaremos que nada que ver, ni con la auténtica comida china, ni con la comida china que comemos en España, aunque por otro lado es normal, es una comida "asiática" adaptada a la cubana, y bueno, no estuvo mal del todo.

Después de compartir una agradable cena recordando nuestro viaje que ya va llegando a su fin y con unas vistas espectaculares del atardecer a través de la ventana del restaurante, decidimos volver al hotel a tomarnos un mojito o dos...y a dormir. Mañana retornaremos a la Habana donde de nuevo nos espera nuestra querida Maricela.