CONTADOR DE VISITAS

Estadisticas Recomienda esta página a un amigo

miércoles, 16 de abril de 2025

PISA

Imprimir artículo



¿POR QUÉ ESTOS DESTINOS?

Italia siempre es un destino apetecible para volver. La elección de Pisa fue simple: el precio del billete de avión junto con el hecho de que nunca habíamos visitado esta ciudad en todos nuestros viajes por Italia.

LA CIUDAD:

Pisa, además de ser mundialmente conocida por su Torre Inclinada, tiene tanta riqueza e historia como prácticamente toda Italia.

CUÁNDO IR:

Prácticamente todo el año es buena fecha, clima mediterráneo más o menos. Eso sí, estamos hablando de un mes de marzo (2025) que está lloviendo lo que no está escrito. Así que el viaje fue condicionado por la incertidumbre de qué margen nos daría la lluvia.

AEROPUERTO, COMPAÑÍAS AÉREAS Y TRANSPORTE:

El aeropuerto de Pisa se llama Aeropuerto Internacional Galileo Galilei. Para llegar al centro de la ciudad desde el aeropuerto, puedes tomar el PisaMover, un tren que conecta el aeropuerto con la estación central de Pisa. El trayecto dura aproximadamente 5-8 minutos y el precio del billete es de 6,50€. Este es sin duda el aeropuerto que hemos visto más cerca de la ciudad, es un gusto, puedes incluso ir andando.

TRANSPORTE:

Pisa se recorre andando, no obstante, hay autobuses urbanos, pero vamos andando mejor. Si quieres utilizar la ciudad como base para visitar Lucca o Florencia, en la estación central de tren tienes conexiones. Además, la estación está muy bien ubicada, se llega andando desde cualquier parte.

COMIDA Y PRECIOS:

Comer en Italia siempre es una delicia. En relación a precios, una vez sales de las zonas más turísticas no nos pareció desorbitado. Por ejemplo, comer una pizza en un restaurante normalito cuesta entre 8-10€, una cerveza 3.50€, un café 1.5-2€, un imán para la nevera 2€. En general, bien. Sin embargo, el vino nos pareció carísimo. Una copa de un vino sencillo cuesta 6€.

SANIDAD Y SEGURIDAD:

En cuanto a la sanidad, es necesario sacarse en España la tarjeta sanitaria europea, te la sacas en el mismo momento y te cubre prácticamente igual que en España, por lo que no se hace necesario un seguro médico.

Respecto a la seguridad, Pisa nos pareció una ciudad bastante segura.

SOCIEDAD Y GENTE:

Ya son muchas visitas realizadas y, con la edad, Italia y su gente nos resultan casi familiares. La verdad, poder viajar a un lugar tan maravilloso, con la historia, la gastronomía y el patrimonio que ofrecen, y además prácticamente entenderte sin esfuerzo, resulta muy estimulante. Mucho cariño a la sociedad italiana y mucho respeto. Bien es cierto que la globalización está llevando a que todas las ciudades europeas sean cada vez más parecidas.

ALOJAMIENTO:

Por una vez nos gastamos la pasta y nos alojamos en un hotel llamado Bolonia.

https://hotelbologna.pisa.it/

Día 1: Sábado 22 de marzo:

Hoy es un día muy especial para nosotros, hace más de 6 años que no viajamos a otro país -con la excepción de Portugal- el motivo es que nuestro querido hijo no quiere volar. Así que por un motivo o por otro lo hemos ido postergando, pero ha llegado el momento de volver a viajar. Lo sentimos como una nueva aventura, y hacía muchos años que no teníamos esa sensación. Aunque sea para hacer un viaje corto, para nosotros ha sido como volver. Estamos un poco oxidados, ja ja. Hemos pillado un vuelo con Ryanair full equipe, ja ja, pero más por ignorancia que por otra cosa. Nos hemos presentado en el aeropuerto súper pronto, lo que nunca hacíamos, ja ja. Pero lo importante es que reconocemos nuestro retroceso en el tiempo. Sin embargo, enseguida nos daríamos cuenta de que esto es como montar en bici.

En Madrid lleva 16 días lloviendo sin parar. En los medios se habla de alerta, vamos que las condiciones para viajar no son muy buenas. En Pisa nos dan lluvia, pero qué se le va a hacer.

Finalmente, el sábado por la mañana volamos. En el vuelo nos tocó todo un viaje de fin de curso de bachillerato, así que no hubo mucha oportunidad de dormir. Si bien es cierto que se portaron en líneas generales muy bien. Aterrizamos con lluvia, pero ligera. Tomamos el tren que conecta con la ciudad y en menos de 20 minutos ya estábamos en plena urbe. Así, proseguimos camino hacia nuestro alojamiento con el firme objetivo de dejar el equipaje y comenzar la ruta.

Lo primero que hicimos fue comer en una humilde pizzería, un par de pizzas y unas cervezas locales, sin llenarnos a tope que luego no podemos movernos.



Nada más terminar de comer y con el cielo muy plomizo, comenzamos a avanzar por las calles principales de esta ciudad. Podríamos enumerar cada monumento, pero sería repetir algo que ya ofrece Copilot o internet en general. Así que solo queremos transmitir que no es cierto eso que se dice: "Pisa no tiene nada, solo la torre". Por lo que a nosotros respecta, descubrimos una ciudad de ensueño. Gran parte de su casco urbano recuerda al Trastevere de Roma: calles estrechas, plazas sorprendentes, iglesias, tiendas y locales de todo tipo.


Seguimos caminando y dejándonos sorprender por esta ciudad, pero claro, no podíamos dejar de visitar  su Torre Inclinada, ubicada en la Piazza dei Miracoli. La verdad, muy impresionante, está más torcida de lo que uno piensa. El día estaba lluvioso y nos permitió verla sin millones de personas de por medio, aunque gente había.



Allí mismo se erige con grandeza la Catedral de Pisa y el Baptisterio. Compramos una entrada combinada que cuesta 6€ y te permite ver ambos monumentos. ¿Qué podemos decir? Impresionante. La catedral nos dejó sin palabras y en el Baptisterio tuvimos la oportunidad de escuchar su acústica a partir de que una funcionaria nos sorprendió a todos realizando una sonata para demostrar el increíble sonido que allí se produce.





Después de visitar los monumentos más emblemáticos, tomamos un café tranquilos y nos recreamos en las sensaciones, ya tan olvidadas, de lo maravilloso que es viajar, sea el lugar que sea. Nosotros siempre lo hemos definido como la experiencia TOTAL, ya que por un espacio de tiempo haces todas aquellas cosas que te divierten, aprendes un montón de cosas y también aprendes sobre ti mismo.

Y así, según pasaban las horas, empezamos a notar algo que no sentíamos hacía mucho tiempo: cansancio. Pero con una diferencia, ahora somos más viejos y el cansancio es mayor y pasa más factura, ja ja, qué triste. Así que, sin prisa pero sin pausa, fuimos regresando al hotel para descansar un poco, no sin antes parar en algunas tiendas para comprar algún souvenir para Benyi y algún regalo para la familia. Nos gusta comprar pasta o algún alimento que no se encuentre fácilmente en España. A Benyi le compramos dos camisetas, una de la selección de Italia y una muy chula de la Mona Lisa con los brazos señalando al sol como si celebrase un gol.

Descansamos solo un rato en el hotel, pero enseguida bajamos a cenar algo porque, de lo contrario, nos dormiríamos. Nos sorprendió agradablemente el ambiente de marcha, mucha gente muy agradable. Conseguimos entrar en un sitio que no estaba muy preparado para los turistas. Cenamos decentemente, pero sin más. Lo mejor fueron los 6 eurazos por copa de vino que nos cobraron. Después tomamos unas cervezas en un pub irlandés que encontramos, que, bueno, no es que sea muy italiano, pero el ambiente era bueno y estaba lleno de italianos, así que...

En fin, el día no dio para más. A descansar.

Dia 2 Domingo 23 de marzo:  Esta mañana hemos despertado pronto, desayunamos en el hotel que incluía buffet aunque no le sacamos todo el partido porque es demasiado pronto para nosotros. Todo ello nos permitió salir temprano, nuestro vuelo de regreso sale a las 18 horas así que tenemos bastante tiempo para seguir descubriendo esta ciudad.

Recorrimos varias partes diferentes en relación al día anterior, seguimos el curso de la muralla, descubrimos un grafiti de Keith Haring, que no lo conocíamos la verdad. Pero que es bastante impresionante.


Por cierto hoy el día nos ha recibido con un sol increíble, el día perfecto y eso que hablaban de !Alarma por tiempo! 


Es verdad que esta ciudad no te para tres días, si le dedicas uno entero está bien. Pero no estamos de acuerdo con lo que mucha gente hace de venir hacerse la foto en la torre y directos a Florencia. Merece la pena descubrir Pisa donde también percibes mucha vida de barrio.  




Por supuesto, también dimos otra vuelta por la zona de la Torre y la Catedral. Hoy, siendo domingo y soleado, fue un verdadero infierno; parecía una manifestación, sin exagerar. Así que nos alegramos de haber tenido lluvia anteriormente - ¡qué cosas!

Casi al final del día, encontramos un restaurante bastante bueno. Los comensales eran italianos, así que pensamos que habíamos acertado. ¡Uhmmm, comer pasta! Qué habilidad tienen para prepararla. Hace años, las primeras veces que veníamos a Italia, nos parecía que estaba dura. Pero después de venir varias veces, le pillamos el punto al dente.

Apenas si nos queda tiempo (ni energías) compramos en un sitio de comida rápida unas focaccias para cenar en el avión.  

Pisa es de esas ciudades que pasan desapercibidas más allá de su famosa torre, y quizás esta bien, porque con la evolución del turismo no sé cómo estarán de gente ciudades como Roma. A nosotros nos ha gustado mucho, tanto como base para la toscana como incluso -por qué no- para volver.

Para nosotros lo que en otro tiempo hubiera sido una viaje normal se ha convertido en algo extraordinario, porque a veces nos olvidamos de las cosas hasta que ya no las tienes. Si bien siempre seguimos viajando y disfrutando, el gusanillo de subirte en un avión, de cambiar de país, la verdad nos maravilló.  Es sencillo, viajar nos llena, nos gusta y nos complace. Hacía tiempo que no podíamos hacerlo en estas condiciones y lo hemos disfrutado. Veremos que nos depara el destino. Seguirnos contando.


 





Comparte esta entrada

votar

No hay comentarios: